Creo firmemente que Jesucristo sana, y que Su poder
es tan grande como lo ha sido siempre. Pero eso no le obliga a sanar a todos o
a consentir a los que se alimentan inadecuadamente. En países donde podemos
elegir qué cosas comer, los creyentes descuidan su salud. Aquí es donde surge
una pregunta directamente para los creyentes en Cristo: Si Jesús es nuestro
modelo, ¿por qué no le imitamos en su dieta? Y, ¿cómo comió Jesús?
Continúa leyendo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario